Friday, November 8, 2013

Restauración de la carrocería en "rosticería" (rotisserie)

El óxido es como el cáncer para los autos. Si lo detectas a tiempo lo puedes reparar, pero si dejas que se extienda, llega el punto en que el daño es, desde el punto de vista económico y de trabajo, irreparable.
Lo malo es que los tratamientos anticorrosivos en los autos clásicos por lo general siempre son deficientes y los autos casi siempre tienen puntos dañados por el óxido, el cual hay que arreglar para evitar problemas futuros. Para obtener los mejores resultados al restaurar la carrocería de un auto clásico, lo ideal es montarla en una rosticería. Si se imaginan un pollo en una rosticería, pues éste es un sistema similar.
La idea montar la carrocería en un sistema que se pueda rotar para poder trabajar cómodamente en los pisos y estribos, y zonas de difícil acceso. En la foto esta el MGC ya montado y de cabeza.

Una vez teniendo el auto en una posición cómoda para trabajar empezamos a cortar las láminas del estribo que se veían dañadas por el óxido. A simple vista, cuando el auto estaba sobre sus ruedas, no se notaba la magnitud del daño por corrosión. Justamente ése es el punto débil de muchos de los talleres "patito" de hojalatería y pintura, que sólo rellenan con pasta o fibra de vidrio la zona que se ve afectada a simple vista, dejando el "cáncer" de óxido sin reparar. En este MG, el daño iba mucho más allá de lo que se veía por fuera, y encontramos evidencia de malas reparaciones que se le hicieron en el pasado. Cortamos secciones de los rieles del estribo para ver al interior y evaluar el daño, para descubrir que estaban totalmente destruidos.


Al no tener techo en un auto convertible, la estructura del chasis la brindan los rieles de estribo y el túnel central, únicamente. No tiene ningún otro elemento que le brinde rigidez. Teniendo los estribos podridos por el óxido, la única decisión correcta fue reemplazarlos por completo.


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